domingo, 20 de enero de 2013

Oaxaca y sus colores gastronómicos (Mercado de Tlacolula)


Visitar Oaxaca y no ir al mercado de Tlacolula un domingo, es no conocer la ciudad y su gastronomía. Los colores, sabores, olores y texturas  son toda una tradición de muchos años.

Al llegar, un guía nos comenta que tanto el trueque y el regateo siguen siendo una tradición entre las culturas indígenas. Pero ojo, es entre ellos. Este intercambio es para seguir fomentando el conocer a las familias que no viven en el mismo pueblo que ellos y por tal razón es importante no hacerlo nosotros.

Lo primero que puedes ver al llegar frente a la iglesia en el mercado son las artesanías Oaxaqueñas, jícaras en su color natural, pintadas, grabadas; instrumentos de madera, huajes, estropajos naturales, alebrijes, mezcales, cremas de sabores y café.

Sigues caminando e ingresas a una sección enorme y techada en donde la variedad de sabores y olores te sorprenden al ver tantos y tantos puestos de carne listos para llegar y pedir. La cecina secándose en la parte superior de los puestos, el chorizo colgando del lado izquierdo y del derecho,  los enormes trozos de chicharrón son la delicia del lugar. Los techos se encuentran llenos de papel picado de todos los colores con figuras de flores, calacas y soles.

Al ir caminando por los pasillos se puede ver un poco de humo por los asadores que se encuentran en medio de los pasillos donde con tu compra te los pueden prestar para que en ese momento ases tu carne y te la puedas comer en los enormes comedores de piedra comunitarios del mercado y hasta poder comprar chiles, tomates y cebolla y preparar ricas salsa o comparar tortillas o tlayudas.

Después de comer una rica carne pasamos a las panaderías. Más de 30 panaderías instaladas en el mercado en donde puedes encontrar bolsas con panes ya listos para llevar o varios estantes de madera en un solo puesto con quequitos, cuernitos, conchas, bolillos de distintos tamaños y las señoras en el suelo vendiendo en una canasta la tradicional tlayuda.

Pasas por la panadería y te encuentras con enormes pasillos en donde la fruta y la verdura no se nos pueden pasar. Los colores son muy vivos y los encontramos en las flores, las frutas y las verduras. Pero lo que más resalta son los vestidos que usan las jóvenes, señoras y abuelas que te venden cada domingo esta delicia mexicana.

Gran variedad de tomates, de distintos tamaños y variedades llaman la atención de los turistas que sólo conocemos pocas variedades. Los quelites y las flores como la de frijolón, la de cacao,  son la delicia de los residentes.

Ya casi al final del mercado puedes encontrar la sección de las bebidas y los dulces de la región como el tejate que las señoras están preparando en grandes tinas, pulque, queso y las exquisitas  nieves como el beso oaxaqueño, tuna y leche.

La última sección del mercado es la más increíble en donde puedes encontrar guajolotes, patos, conejos, gallinas, pollos y todos vivos listos para llevar a casa y preparar algún exquisito platillo fresco.



El mercado de Tlacolula es uno de los mercados más grandes del país y que sigue guardando todas aquellas tradiciones que nuestros antepasados acostumbraban. Si tienes tiempo de visitar Oaxaca y quieres vivir una experiencia gastronómica o simplemente cultural no lo dejes pasar. 

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